El asedio del enemigo, pues, es exterior, externo; está fuera y no podrá hacer nada, salvo que se la abra camino. Todo el estruendo de un mundo hueco y vano no llega a destino sin invitación previa.
El arma más eficaz del peregrino es la compasión. En efecto, es esto lo que convierte toda guerra en paz. El enojo, la ira, las vindictas, todo eso es falso, engañoso, carente de resultado, infecundo y vano. Por otra parte siempre acaba mal.
La compasión, en cambio, es modo divino. El compasivo imita a Dios. Todo el secreto está ahí. La paciencia se fortalece y alimenta de compasión, que es verdad. Porque Dios se compadece de todos y a todos quiere salvar.
Se dirá por cuál razón la injusticia triunfa con tanta frecuencia o el cinismo no halla tope o castigo. Es claro que viendo las cosas desde ellas mismas esto parece ser así. Pero vistas desde lo alto, en otra perspectiva, cuando no necesitamos reivindicaciones de ningún tipo, el cuadro ya es diferente. De todos modos es preciso meditar más en el Misterio de Dios, esperar y confiar en Él.
El arma más eficaz del peregrino es la compasión. En efecto, es esto lo que convierte toda guerra en paz. El enojo, la ira, las vindictas, todo eso es falso, engañoso, carente de resultado, infecundo y vano. Por otra parte siempre acaba mal.
La compasión, en cambio, es modo divino. El compasivo imita a Dios. Todo el secreto está ahí. La paciencia se fortalece y alimenta de compasión, que es verdad. Porque Dios se compadece de todos y a todos quiere salvar.
Se dirá por cuál razón la injusticia triunfa con tanta frecuencia o el cinismo no halla tope o castigo. Es claro que viendo las cosas desde ellas mismas esto parece ser así. Pero vistas desde lo alto, en otra perspectiva, cuando no necesitamos reivindicaciones de ningún tipo, el cuadro ya es diferente. De todos modos es preciso meditar más en el Misterio de Dios, esperar y confiar en Él.