viernes, 26 de febrero de 2010

EL ARTE DE LA VIDA INTERIOR - MARIE MADELEINE DAVY ( XIII )



EL NECESARIO MAESTRO ESPIRITUAL

¿El hombre que inicia una investigación interior tiene necesidad de guía? Antaño, en los Padres del Desierto y también en las escuelas iniciáticas orientales, el discípulo vivía cerca de su maestro. La existencia en común era preferible para que la enseñanza fuera justamente adaptada a la capacidad de aquel que la recibía. Ver vivir, observar el comportamiento del alumno rompe las ilusiones que se podrían tener al respecto. El discípulo se conoce mal y lo que él expresa es raramente adecuado; se confunde sobre si mismo por falta de discernimiento y también de lealtad. Solo un sujeto ya formado es capaz de revelar lo esencial a aquel que le conduce. En razón de las reacciones más o menos previsibles del sujeto, el maestro espiritual correría el riesgo de perturbar a su discípulo e incluso perturbarlo profundamente guiándole sin verle de vez en cuando. Ciertamente, un buen maestro puede seguir a distancia a su alumno, pero tales casos son poco frecuentes, ya que raros son los verdaderos maestros y raros los buenos discípulos.