miércoles, 21 de julio de 2010

SÍMBOLOS, los signos de la tierra transfigurada - Marie-Madeleine Davy ( XI )


La percepción de la realidad del símbolo encuentra la realidad del yo profundo; por supuesto es importante no confundir este yo espiritual con la conciencia de orden psicológico. Por eso el hombre románico no sólo no se encuentra desorientado por la presencia del símbolo, sino que al contrario halla así su propia patria, comulga con lo que el símbolo expresa y percibe en sí mismo un eco de lo que capta. De igual modo que el niño distingue en lo que le rodea lo que necesita y discierne respuestas a sus preguntas, el hombre del siglo XII encuentra en el arte una respuesta a su apetito espiritual y a sus problemas.

El símbolo crea una relación entre la fuente original del hombre y su finalidad, es decir, conduce al hombre de su origen a su término, siendo origen y término igualmente divinos.