jueves, 22 de septiembre de 2011

Paz interior - 11 - ALBERTO E. JUSTO - http://flordelyermo.blogspot.com


El hallazgo permanente es el abandono fecundo. No sé, no quiero saber. Son dos pasos: primero No sé, segundo: No quiero saber. Es hora de evitar las conmociones que tienen por objeto “desviar”. El ataque del enemigo consiste en desviar. Esto es lo primero que ocurre. ¿Y cómo desvía el enemigo? Pues sembrando inicialmente la confusión y el desconcierto por el miedo, por la angustia, por el interrogante sin respuesta, por la situación sin salida. Entonces: nada, no quiero saber más. No sé más.