jueves, 26 de junio de 2008

P.Fray Alberto Justo O.P."Hacia una filosofia del desierto" (continuación)


"Sepa que el diablo lo tentara con muchísimas distracciones u ocupaciones disfrazadas de la razón de bien. Rechace, con vigor, estos engaños y no viva volcado hacia afuera sino recogido y advertido. Pida al Señor el don de discernimiento y busque la paz. Su principal ascesis sea el silencio" ( Regla para eremitas en el corazón)...


" La transparencia de lo creado abre permanentemente las puertas a esta Realidad, la más alta, cuando nos decidimos a emprender esta audaz peregrinación.
Más hondo que el tiempo y que el espacio, a ambos supera este horizonte que se abre invitante a cada paso de nuestra vida.
Ha llegado, pues, la hora del asombro y de la maravilla...El peregrino porta el templo consigo, anda por el e ingresa nuevamente en él en mil acontecimientos...El templo es él...Y participa en una misión que no es fácilmente definible, que consiste en andar por el desierto, estar en el desierto y convertirse en el desierto como apertura a Dios.
Dios mismo ha venido a su templo...No nos serviremos de definiciones ni de explicaciones apresuradas. Vamos de camino, paso a paso.
Todo lo que vemos, oímos o tocamos es imagen, figura o reflejo de lo invisible.
En la superficie descubrimos el brillo externo de las cosas que poseen, todas ellas, una hondura escondida y mayor, o son sombras de realidades ocultas a los sentimientos exteriores del hombre.
No es difícil recurrir a los ejemplos más simples de la vida de todos los días para darnos cuenta de ese fondo oculto que esta en y más allá de todo...Cuando con un gesto queremos expresar algo siempre quedamos inconformes porque lo que estaba en el corazón no se ha manifestado según nuestros deseos. Si, porque es más grande lo que tenemos en el alma y nuestro lenguaje no puede expresarlo porque es inferior a la realidad interior" ...(continuara)...