sábado, 28 de enero de 2012

Paz interior- ALBERTO E. JUSTO- http://flordelyermo.blogspot.com





Cuando los que te perseguían, con sus acciones o con su indiferencia, te dejaron solo, adquiriste la certísima noticia de que ya no están más. Esto es: estás solo. Comienza por alegrarte y fíjate bien: ahora se abre el panorama de las infinitas ocasiones de tu potencialidad creadora. Sí, porque el Señor creará contigo y en ti un camino totalmente nuevo. Quizá no te dará excesivas comodidades; pero ¿qué más quieres? Es nuevo y más que nuevo: lo pasado ya pasó.
Has descubierto que tu interioridad te abre a la libertad y a lo inmenso... Que todo lo más bello te es inmediato y familiar. Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú vuelve en paz a tu corazón.

sábado, 21 de enero de 2012

Paz interior- ALBERTO E. JUSTO- http://flordelyermo.blogspot.com

A pesar de ese vacío de angustia, de pesar, de pena, de desengaño, de dolor, ¡quédate! Si es necesario arrójate sobre el suelo, déjate caer... Cuando tengas conciencia más serena de encontrarte ahí abajo, mira abriendo apenas los ojos. No, no dejes que nada te invada demasiado a través de ellos... Pero entreábrelos. Estoy seguro que si eres conciente de tu silencio, de tu nada, de tu caída, descubrirás al Señor aún más bajo, muy por debajo de ti. Él te dirá: -te estaba aguardando. Desde hace mucho tiempo estoy aquí. Y tú no sabrás muy bien qué decir. Sin duda conservarás contigo el pesar y las penas, pero habrás comprobado que más hondo hay caminos que no existen allá arriba en el plano de las estupidez establecida.

jueves, 5 de enero de 2012

Pero –se me dirá- ¿qué hacer frente a la injusticia reiterada de tantos tiranuelos, cuando la angustia nos oprime, cuando nos vemos asediados y abofeteados por ese poder tecnócrata, que todo lo ocupa y lo invade, que ya no nos trata como a verdaderas personas? ¿Qué hacer cuando perdemos consideración y paz, cuando ni siquiera respetan nuestras dolencias y nos arrojan en medio de una calle desierta para morir de hambre? En primer lugar sabe una cosa: Dios no resuelve los problemas de corte abstracto o genérico. Esos, tantas veces, no existen o se resuelven y desaparecen en el marasmo de la necedad del mundo. Por tanto -¿sabes?- sólo estás tú. Sí, es verdad, te dejaron solo... Pero yo digo otra cosa: lo único que hay es esto: lo que ahora vives. Entonces: ¡calla!. Aquiétate y retírate. Siéntate en tu escondrijo. Date tiempo. No te respondas rápido. Si es posible duerme un minuto. Haz, presto, un espacio. Lo peor de todo es que ese barullo que te asalta te niega ese mínimo espacio. Y, en él, no encuentras nada.