martes, 5 de agosto de 2008

P. Fray Alberto Justo O.P..."Hacia una filosofía del desierto"...La vocación interior..."Inmensidad Divina"


" Se ha dicho que el verdadero hombre es el del verdadero día.. Es capaz de vivir toda la vida en un solo día. Quizá porque todas sus jornadas son las de siempre. Oriéntese, pues el lector y peregrino, hacia el último día. Cada instante le entregara la eternidad." (REGLA PARA EREMITAS en el corazón)

...Gastón Bachelard nos habla de la "inmensidad íntima" en su Poética del Espacio (trad. castellana, México 1965) :

"La inmensidad está en nosotros. Esta adherida a una especie de expansión de ser que la vida reprime, que la prudencia detiene, pero que continúa en la soledad. En cuanto estamos inmóviles, estamos en otra parte...La inmensidad es el movimiento del hombre inmóvil" (pag.221).

Por muy paradójico que parezca, es a menudo esta inmensidad interior la que da su verdadero significado a ciertas expresiones respecto al mundo que se ofrece a nuestra vista. La inmensidad del bosque.


"Esta "inmensidad" nace de un cuerpo de impresiones que no proceden realmente de las informaciones del geògrafo. No hace falta pasar mucho tiempo en el bosque para experimentar la impresión siempre un poco angustiada de que "nos hundimos" en un mundo sin límite" ( pag.222)

" Los poetas lo saben. Unos lo indican con un solo trazo, como Jules Supervielle, que sabe que nosotros somos en las horas apacibles: habitantes delicados de los bosques de nosotros mismos" (pag. 224)

"En "La amorosa iniciación" , Milosz escribe: " Yo contemplaba el jardín de maravillas del espacio con la sensación de mirar en lo más profundo, en lo más secreto de mí mismo" (pag.226)

" A veces el sonido de un vocablo, la fuerza de una letra abren o fijan el pensamiento profundo de la palabra...Max Picard el filosofo del mundo del silencio nos conduce a los puntos de sensibilidad extrema donde los fenómenos fonéticos y los fenómenos del logos viene a armonizarse, cuando el lenguaje encuentra toda su nobleza. ¡Pero que lentitud meditativa habría que saber adquirir para que viviéramos la poesía interior de la palabra, la inmensidad interior de una palabra! Todas las grandes palabras, todas las palabras llamadas a la grandeza por un poeta son llaves del universo, del doble universo del cosmos y de las profundidades del alma humana." (pp.236-237)

" en el hermoso libro de Philippe Diolé: "El más bello desierto del mundo". La inmensidad de un desierto vivido resuena en una intensidad del ser íntimo...hay que vivir el desierto, "tal como se refleja en el interior del hombre errante"...todo ese universo que tiene el signo del desierto está "anexado al espacio de dentro". Por medio de esa anexión, la diversidad de las imágenes está unificada en la profundidad del "espacio de dentro". Fórmula decisiva para...la correspondencia de la inmensidad del espacio del mundo y de la profundidad de "el espacio de dentro" " (pag.243)


Y, por fin, éstas admirables palabras de Elisabeth-Paule Labat:

Nuestra alma es un misterio; pues nosotros no la conocemos aquí abajo más que por sus efectos. Sólo una vez separada de su cuerpo y privada de todo apoyo en el mundo sensible se nos revelará en toda la verdad de su desnudez. Un alma: un mundo más vasto que todos esos mundos celestes o terrestres que nosotros percibimos y de los cuales no brota ningún pensamiento, sino que nuestro pensamiento está hecho para abrazarlos. "Nuestro Señor abrió mis ojos espirituales y me mostró mi alma en el medio de mi corazón; yo la vi tan grande que me pareció un mundo de los más vastos y un reino bendito", decía Juliana de Norwich ( Une moniale bénedictine, Présens de Dieu, Fayard, 1979, p.7)