sábado, 27 de abril de 2013

Este silencio... responde



Permanece abierto ese interrogante que apremia y que invade, de algún modo, todas las horas. Las aguas, sobre las que navegamos, parecen agitadas en exceso. La pregunta se reitera y nos quedamos aquí no más, sin saber, sin obrar, casi afectados por una especie de parálisis que no nos deja andar. Este "lugar" o punto de partida es territorio de angustia y de ausencia. Dejamos, pues, que el interrogante resuene porque no halla respuesta... Es apertura a un dolor que da la impresión de no acabar...
Pero no hemos atendido, no hemos -hasta ahora- escuchado el latido profundo. Perdimos el tiempo buscando tan lejos lo que está oculto dentro... ¿No es así?
La verdad, que tanto ansiamos, no se halla en textos de ningún género. Al menos en ese grado que requiere nuestro corazón. ¿No cantaba San Juan de la Cruz que ya no quería mensajeros, que no le dijeran su deseo?
Cualquier peregrinación penosa lo revelará en poco tiempo. En los días que corren parece que el silencio vuelve a imponerse como camino y como respuesta.
Nuestra oración tampoco consiste en textos, ni aún en palabras de no sé qué corte, sonoridad y estilo. Me parece que la luz, que lo sublime, se halla superando el límite angustiante de hechos y de cosas.
Es la hora de detenerse y percibir los latidos del Espíritu, luego de haber confiado y acertado en su Presencia e Intimidad.
Es verdad que nunca nos sentimos dignos de nada... Y si esto obedece a la realidad, también (y mucho más) es realidad luminosa la Presencia de Aquél que incesantemente nos busca y llama a las puertas del corazón. No nos apartemos jamás de esta Ternura Infinita.
Después de después... El tiempo sella y sella. Las horas han pasado y nos siguen enseñando a trascenderlas. Por encima del tiempo y más allá del espacio. Mucho más hondo y arriba... Por donde el temor no acecha, ni los dominios o dominadores amenazan. Por donde desaparecen esos "medios" y los "por-qué" callan... Carecen de sentido las... "cadenas"... No hay ya fronteras.
Dificilísimo y simplicísimo. Alguien lo dijo así, y seguramente tenía razón...

Alberto E. Justo  http://flordelyermo.blogspot.com.ar/

martes, 16 de abril de 2013

Habitar el Misterio



Es hora de amanecer. Resuena la Aurora con armonías seculares -siempre nuevas- que no hemos de describir... Descubro en el horizonte, en las montañas, en el mar, "algo" del secreto de la hondura interior. El horizonte, que parece lejano, es un "reflejo" del corazón y de la interioridad. La realidad exterior, sobre todo la "naturaleza", está ahí para enseñarnos a leer. He pensado en la "densidad" de la historia y en los tiempos pasados que, de algún modo, se perpetúan en nuestra sangre y en nuestra conciencia.
¡Ah, la pequeña semilla! Pero la pequeña semilla es "enorme". Basta una mirada serena para darnos cuenta de su asombrosa potencialidad.
Allí anida esa belleza inexplicable, insospechada siempre, imagen y reflejo del Creador, de su presencia y de su operación.

¡Pequeña llama! ¡Tantas veces encendida y animada, renacida siempre más honda! De las manos de María pende esa corona, signo de luz y de vida...

Desde donde te encuentras y "en" donde te encuentras, todo lo alcanzas. De lo pequeño a lo máximo, de la nada al todo. El "todo" en la "parte"... ¿No ves la "dicha" y la "sonrisa" del fragmento, que se goza en su pura pequeñez?
También donde te encuentras... puedes decir que "no". Puedes desprenderte de todo aquello que "no-es". Aunque te duela y experimentes nueva soledad... Aunque arriesgues lo que arriesgues... Acepta tu lugar y tu circunstancia desprendiéndote de lo que sea, sin huír ni escapar.
¿Crees que los ruidos y las cacofonías de este mundo pueden ahogar los encantos del alma y del espíritu?
Permanece en la altura dichosa de esa montaña que es tu corazón... No tiene límites... Su cima es el Cielo... Y solo por el alma se sube al Cielo.
Mira: cuida y cultiva tus mejores sentimientos. Ten los mismos sentimientos del Señor. Envuélvete en su Misericordia. ¿Qué más? Mucho, infinitamente más, es lo que callamos. ¡Ah, maravilloso abismo, hondura infinita! Enciéndase tu amor con Aquél Fuego... que no hay otro. Ni otro Amor tampoco... ¡Lámparas de Fuego!

Alberto E. Justo   http://flordelyermo.blogspot.com.ar/

lunes, 8 de abril de 2013

Descenso!!!!



Sabemos que vamos sumergidos en el Misterio que nos excede... La hora del "descenso" es ésta y no hemos de descorazonarnos cuando sufrimos lo que no aguardábamos. Topamos con la cizaña, es verdad, pero no podemos circunscribirla ni definirla. Seguimos al Señor en sus "pruebas" y el desconcierto -¡tantas veces!- puede convertirse en oración. Más que nunca atendamos a aquél incomparable "no-temas" con el cual los ángeles anuncian las cosas de Dios: -no temas, María, -no temas, José, -No temas, Zacarías... Allí está David, derribando al gigante... ¿No creemos, acaso, en ello? ¿Dónde está nuestra confianza?
Las pruebas son el nihilismo y la necedad... Pero la vida, que nos ha sido dada, late en nuestro corazón y en el Corazón de Dios.

Alberto E. Justo  http://flordelyermo.blogspot.com.ar/