jueves, 7 de mayo de 2009

LA SOLEDAD - COMUNIÓN CON EL MISTERIO INTERIOR - MARIE MADELEINE DAVY (III)


El contexto exterior

¿En que medida el solitario debe mantenerse al margen del contexto histórico? Capital, una tal cuestión conlleva varias respuestas.

Romper con el tiempo histórico es a menudo una trampa. Ciertas personas quieren salvaguardar su tranquilidad desinteresándose de las guerras, de las violencias, del sufrimiento humano. Todos ellos puntos neurálgicos sobre los que es imposible ejercer el menor impacto.

Poco importa el lugar donde esté el solitario. Las consecuencias de la incoherencia actual podrán tocarle. Flotan en el aire que respira y le alcanzan de frente o secretamente. Según los temperamentos, desprenderse de los tiempos exteriores puede exigir grandes esfuerzos.


Temas de meditación

Entregarse a la reflexión y al estudio es algo que conviene al solitario. Tal será su labor cotidiana mantenida con rigor. Siguiendo sus opciones, tendrá en cuenta sus preferencias sin padecer las influencias provenientes del exterior. La fidelidad a su singularidad se impone y está estrechamente ligada a su cultura. No obstante, estamos ligados a una época orientada hacia el universalismo. El acercamiento a los misterios varía necesariamente en el curso de la historia. La apertura es posible en la medida en la que todo sincretismo es evitado. Es esa una trampa en la que se cae fácilmente y en la que el buscador –privado de discernimiento– se vuelve fácilmente la víctima.

Los autores que han tenido un papel mayor durante la existencia no tienen por que ser abandonados. Por ejemplo Maestro Eckhart siempre susceptible de ser releído con provecho.

Otros textos pueden constituir una ayuda eficaz, como por ejemplo el Upanishad del Renunciamiento:

«Quien no tiene ningún sentido de su estima, está sin ego, libre de los contrarios, no tiene ya más dudas, no se encoleriza, ni odia, ni miente»

«El sabio permanece sin signo visible, sin objetivo visible, como el insensato, el niño. El es el poeta, pero él debe como un mudo, mostrar el Ser a los hombres por su sola visión del Ser»

«Que el sabio no actúe ni hable, ni tenga buenos ni malos pensamientos (de este mundo); no teniendo gozo más que en el Ser...»

Es posible añadir algunos pasajes de Jakob Bohme recientemente publicados:

«Si puedes un instante arrojarte en ese lugar en el que ninguna criatura habita, entonces, oyes lo que Dios dice.»

«¿Ese lugar está próximo, pregunta el discípulo, está lejano?

– Está en ti, dice el Maestro. Y si puedes durante una hora hacer silencio de todo tu querer y de todo tu pensamiento, entonces escucharas las palabras inexpresables de Dios»

«Cuando te mantienes en el reposo del pensar y del querer de tu existencia propia, entonces el oído, la vista y la palabra eternas se manifiestan en ti, y Dios escucha y ve por a través de ti.»

«Tu propio oído, tu propio querer, tu propia vista, he aquí lo que te impide ver y escuchar a Dios»

«Pero si has abandonado el modo imaginario, entonces lo encuentras en lo que está más allá de las imágenes y dominas todas las criaturas en el fondo de donde ellas han sido creadas. Y nada sobre la tierra puede dañarte, porque todas las cosas te son indiferentes y no hay nada que no te sea indiferente.»

«Ahí donde el hombre no se establece, ahí donde El tiene en el hombre su vivienda.»

«¿Cómo es que tan pocos hombres Le encuentran, cuando todos Le desean?

– Es que todos, Le buscan en alguna cosa, es decir en la opinión imaginaria, en su propio deseo, y ellos tienen todos su propia satisfacción en la naturaleza.»

«Incluso si el Amor se ofrece a ellos, El no encuentra lugar en ellos. Ya que lo imaginario de la voluntad propia se ha instalado en su lugar y quiere tener en si lo imaginario de su propia satisfacción.»

«Ahí donde el camino es más áspero, ve ahí. Lo que el mundo rechaza, tómalo. Lo que el mundo hace, no lo hagas.» (Jacob Bohme, De la vie au-delá des sens)