Hazte un hombre superior a ti mismo y superior a las demás cosas. Aprende a detener el movimiento de tu pensamiento, a apartarlo de un objeto para dirigirlo a otro, a abandonar un trabajo, a decir "no" a un placer aunque legítimo. Libérate de todo aquello que no tiene derecho a mandar en ti. No te inclines sino ante Dios, y haz de ti un lienzo sobre el cual pueda dibujarse Su imagen, que es Jesucristo. (Dom A. Guillerand )