jueves, 4 de marzo de 2010

EL ARTE DE LA VIDA INTERIOR - MARIE-MADELEINE DAVY ( XIV )


En nuestra época, al menos en Occidente, la raza de los directores espirituales se rarifica mientras que los seudo-maestros se multiplican. Mas vale estar solo que guiado por alguien que conduce a callejones sin salida o esteriliza la vocación interior. No obstante, al comienzo y durante el recorrido, sería preferible ser iniciado a la vida interior, si no tenemos el riesgo de tomar falsos caminos, de vivir en la ilusión y en una falta total de lucidez. El encuentro con un ser de luz es a veces el estímulo necesario para provocar el viaje de la interioridad. Cuando un discípulo ha penetrado realmente en su dimensión de profundidad, incluso en su ausencia, el maestro espiritual se le hace presente.