domingo, 25 de enero de 2009

RETORNO A LO ESENCIAL....P.Fr. Alberto E. Justo O.P.





Ha de saber, quien lea estas poesías, que son, todas ellas, un intento y nada más. Es el... silencio que se protege con algunas canciones que no alcanzan a decir ni a expresar la densidad de su abismo.

Brotan aquí o allá, sin interés ni apresuramiento. Responden a situaciones generalmente inesperadas y sorpresivas. Eso es, son sólo una manifestación que quiere abrir camino o descubrir espacios escondidos.

Nada tan irregular como la pretensión de imponer un silencio o de "hacerlo". Esto es una contradicción. El silencio está desde el principio, es el principio. Sólo de él puede nacer la palabra que no lo turba, y que, luego, a él retorna.

Pero está escondido. No se lo reconoce inmediatamente. Es necesario peregrinar.

¡El silencio! ¡Cuántas maravillas evoca esta palabra! ¡Y cuánto nos puede o nos podemos engañar con ella!

Silencio es asombro en la mirada primera... Pero supone un despojo y un abandono singulares.

Porque el silencio del desierto es, propiamente, el fracaso de tantas embestidas, puramente humanas, que profanan y ultrajan el desinterés y la generosidad augusta del ser.

Esto no puede expresarse sino con sublime paradoja, en muerte y en noche (que es aumento de luz), con la conciencia -muchas veces- de fracaso y de pérdida.

El hombre se sabe y se siente "interrumpido", angustiado, le parece que nada hace por salir y librarse de su triste situación. Cree perder su vida en laberintos inacabables de complicaciones y adversidades.

Pero lo siente. Se sabe mal. ¡Bendito dolor y bendita contradicción! Lo trágico sería no dolerse, no sufrir por las pruebas. Estas aparecen para ser sufridas y en esto está la gloria del desierto. Percibir la angustia de una aparente derrota. La impotencia humana es garantía de eternidad.

Quisiera el hombre sentirse útil o aplaudido. O sentir (percibir) una cierta satisfacción de sus días en esta tierra. Una garantía de fecundidad... Saberse fecundo. Asumir responsabilidades y mil cosas más.

Pero el viento del desierto lo seca todo. De golpe aparece lo contrario y la angustia de la esterilidad lo deja en un estado de suma postración.

Pero esta angustia y este dolor no se dieran si él no estuviera ya en el dichoso exilio, en el "abandono", suma garantía de fecundidad y de vida.

No tema el espiritual. Los sacudones son fuertes desde luego. No tema perderse cuando el cansancio o el hastío no lo dejan obrar como él quisiera. Arroje todo en las manos de Dios, entregue, sin reservas "su" espíritu...

Afirmación rotunda. Sólo soy en Aquél que Es. Sólo en Aquél. Sólo en el Solo, en el Único...

Estallido grandioso de ... relación. Sólo en la Fuente Única...

Explosión que sobrepasa cualquier análisis y cualquier lenguaje. El reventón de vida (que no sé decirlo) ahoga toda severidad enojosa... Expande su sonreír... Invita e incita a pasar adelante en su propio camino. No hay ni puede haber otro. El Es. Camino, Verdad, Vida.

Sólo en el Sólo que Es.

Aurora sin ocaso, Luz y Belleza Infinita. No aparece en el discurso ni el libro alguno. Tampoco es un proyecto, ni un programa...

No busco las "cosas". Tampoco escribo acerca de ellas ni de nada. No describo, no analizo, no presumo de aquí ni allí.

¡Alabado sea el Señor!





PERPLEJIDAD



La obra que esperábamos

no es obra, ni acción, ni nada.

Sólo dolor y pesada angustia,

sólo desilusión y desconsuelo...

ocaso, pérdida, derrota.



Creíamos poseer esto o aquello,

creíamos apoyarnos en firme suelo...

Creíamos andar con mayor firmeza,

creíamos no perdernos ya...



¡Greñudas y horribles fierezas,

velludos y discontinuos perfiles!

Asoma, en el horizonte, cerca y lejos,

el siniestro, apretado entrecejo...



¡Pero yo creo en el ocaso!

¡Suprema y celeste debilidad!

¡Aún tanta fuerza me das!





lunes 1ero. de agosto, cuando es de noche...

- o -





EN LA SOLEDAD





Hoy, en esta soledad

se han velado las estrellas.

Ya no hay luces, ya no hay sombras,

sólo se ve la tiniebla.

¡Noche de contemplación,

luz de Fe, luz de Belleza!

¡Resplandores sin ocaso,

Fuego que tanto arde y quema!



30-IV-1980

- o -



ALABANZA SIN FRONTERAS



¡Hondos valles encantados,

altas montañas y sierras!

¡Ríos, mares, océanos,

grandes llanuras y estepas!

Bajo el manto de los cielos,

bajo todas las estrellas;

en la soledad del yermo,

en el polvo de las sendas,

andando por los caminos,

trepando por las laderas,

en los más altos collados,

junto a las nieves eternas...

Allí, cabe el agua mansa

donde aquél árbol se espeja.

Aquí en este jardín.

huerto de flores y yerbas...

En los valles, en los montes,

en naranjos y en higueras,

en jazmines y rosales,

en el césped y en la tierra;

con el canto de las aves,

con el llanto de las fieras,

en los pedazos quebrados

de aquellas tumbadas piedras;

en los campos ya sembrados,

cuando ríe la pradera,

cuando en el cielo se juntan

las nubes blancas y negras...,

con rocío, lluvia y nieve,

en verano o primavera,

en invierno o en otoño,

en el tiempo que se quiera...

Cuando el dolor o la angustia

el alma del hombre aprietan,

cuando la paz y la dicha

con uno y otra se alternan;

en agitadas ciudades,

junto al mar en sus riberas...

En trabajo, de camino,

allí o aquí, donde sea;

sin lugar o sin espacio,

donde el alma abre la puerta.

No sé medir ni me importa,

que medidas no interesan,

cuando vencido el abismo

caen todas las fronteras.

¡Ven, Señor Jesús, ven pronto!

¡Sea, sea donde sea!

Entonces, con esas flores,

sin aguardar que amanezca,

yo te alabo mi Señor

con la creación entera.

No bastan los altos cielos,

mi Dios, mi Suma Belleza,

ni espacio soñado alguno,

que contenga tu Grandeza...



Roma, 1er. Domingo de Adviento de 1983.

Rev. Tucumán, 2-3, VIII, 1994.



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NOCHE LUMINOSA



Cantar y alabar sin modo

abandono sin manera,

sin medida, sin límites,

sin preguntas, sin respuestas...





Roma, 7-V-1986.



- o -



OBRA EN LA MUERTE





En la noche solitaria

comienza a brillar la estrella.

Con su paz y su silencio

la vera quietud renueva.

Hoy, en medio de la vida,

del tiempo, de la carrera,

su luz tenue y delicada

en lágrimas se refleja.

Como gotas de rocío

que bendicen esta tierra

todas ellas se derraman

y el Misterio ya penetran,

filtrándose en lo profundo,

como oración verdadera.

-¿No sabías este precio,

no conocías las reglas

de este caminar sagrado

que a lo más alto te lleva?

Abraza la Cruz con gozo,

fracaso, olvido, miseria,

cuando no sabes por qué

ni cómo ni cuando aciertas.

No te fatigue el silencio

ni las dudas o sospechas

ni lo que puedan decirte

los que rezuman la ciencia.

Que nada saben los más

del misterio de la senda,

que por valles encantados

a la soledad te lleva,

soledad esplendorosa,

soledad más que repleta.

-He aquí tu vida, ahora,

en este instante toda ella,

presa del Fuego, quemada

por un toque de grandeza.

Aquí tienes el sentido,

¡de una buena vez despierta!

descubriendo en esta muerte

la gloria de la existencia,

cuando el tiempo es superado

por toda la vida eterna.

En la noche solitaria

brillan todas las estrellas.





3-4 VIII 1978

6-7 VIII 1994

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LEVANTAR VUELO

El Desierto Interior



Hoy quisiera soñar y despertarme

en un lejano paraje desierto,

donde la sonoridad de los aires

se transformara en eco de silencio.



¡Árboles, piedras, arbustos salvajes!

¡perfiles superados por el tiempo!

Por esos caminos sigue mi viaje,

por los ignotos caminos del viento...



Tal vez perdido entre tanto follaje

de mis pasos el cuidado no dejo,

y dejarlo debiera en estos valles

para sumergirme en el Mar Inmenso.



-No quieras decir lo que tu no sabes...

No quieras oír lo que yo no pienso...

Arrojemos fuera sonoridades...

Volvamos, volvamos al mismo centro.





Miércoles 10-VIII-1994

- o -



DESIERTO-ESTERILIDAD-ABANDONO

El "abandono" puede llegar a percibirse a través de cosas y de sucesos, a veces los menos idóneos (aparentemente por lo menos) para alguna "transparencia" espiritual...



No hallar escudo ni suelo;

un camino que se aleja

presuroso de este tiempo

y en ningún otro nos deja...

Ocasiones que no cuento,

perdidas en la marea...,

que no se verán de nuevo

ni llamarán a mi puerta.

A cosa alguna me aferro

¡las montañas son desiertas!

¡y los mares son inmensos!

¡y no conozco fronteras!

Con esa aurora yo sueño,

y tengo esperanza cierta,

las rutas de este desierto

en Tu Nacimiento entran...

En tus propios Ojos veo

levantarse en la pureza,

sin razones y sin medios,

la llama de tu Presencia.

Solo dentro de tu Fuego

al Amanecer me engendras,

y Tu naces hoy, muy dentro,

aunque yo no lo supiera...





viernes 19-VIII-1994

- o -



DESPIERTA AL SILENCIO ORIGINAL



Este Silencio maravilloso está en el corazón. A pesar de sonidos el silencio existe. Porque el silencio del desierto interior puede consistir en el fracaso de tantas embestidas, puramente humanas, que pretenden superponerse al desinterés y generosidad del Ser.



Esperaba oír voces y sonidos,

palabras de aquellas que me dijeran

secretos y glorias de los caminos.

Pero nada, en mi angustia vigilante,

descorrió el velo de mi destino.



Interrogaba la dureza humana,

preguntaba a los ecos de sus juicios,

aguardando respuestas y consuelos

en la hueca vanidad de sus dichos...



Hollaba pastizales y ciénagas

por descubrir un tesoro escondido;

las voces de los hombres resonaban

como realidades en mis oídos.



El silencio que cubre los espacios,

el engaño de un tiempo fugitivo...,

el saludable fracaso de un día,

la soledad que alcanza al peregrino...

...

Salvación fue que todo se callara,

que todo se volviera a su principio.