¡Señor! Quien vuelve al corazón te encuentra... No se hallará jamás
solo. Decir "corazón" y aún "desierto" es aludir, balbuciendo, a tu
Presencia. La "interioridad" no es "vacío". Interior eres Tú. Puedo
imaginar la mayor belleza de este mundo y de todo el cosmos... Pero
infinitamente más hondo eres y estás Tú. No basta las inmensidad de
todos los desiertos, ni la hondura umbrosa de todos los valles, ni la
grandeza del mar, ni las montañas, ni la altura del cielo. Tú eres, sólo
eres Tú.
Alberto E. Justo http://flordelyermo.blogspot.com.ar/
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