Dice así, el Maestro Eckhart, en el "Libro del Consuelo Divino": "Dice San Agustín que quien mejor comprende las Escrituras es aquel que, desnudo de todo espíritu, busca el sentido y la verdad de las Escrituras mismas, es decir, en el espíritu en el que fueron escritas o pronunciadas: el espíritu de Dios. Dice San Pedro que todos los santos han hablado en el espíritu de Dios. Y dice San Pablo: 'Nadie puede conocer ni saber lo que hay en el hombre sino el espíritu que hay en el hombre, y nadie puede saber lo que es el Espíritu de Dios y en Dios sino el Espíritu que es de Dios y que es Dios'. Y por eso dice con gran razón un texto -o mejor dicho una glosa-, que nadie puede comprender ni enseñar los escritos de San Pablo a menos que tenga el Espíritu mismo en el que hablaba y escribía San Pablo. Siempre lamento que personas de mente tosca que no están dotadas del Espíritu y que son totalmente insensibles al Espíritu quieran juzgar según su tosco entendimiento humano lo que oyen o leen de la Escritura dictada y escrita por el Espíritu Santo sin tener en cuenta que está escrito: 'Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios'. Y también es válido en general y en el ámbito natural: lo que es imposible en los grados inferiores de la naturaleza es habitual y natural en los grados superiores."