(39) "El Maestro Eckhart pregunta quién es el hombre que ensalza siempre
a Dios en sus oraciones. Y el Maestro Eckhart dice: a quien invoca a
Dios en tanto que Dios, Dios lo exalta. Pero cuando se invoca a Dios y
la intención es un bien mundano, entonces no se invoca a Dios, sino a
aquello por lo que se implora a Dios, lo cual es tomarlo como a un
siervo. Sobre esto San Agustín dice: todo lo que amas lo adoras, pues
orar justamente y totalmente no es sino amar, y por eso lo que el hombre
ama lo adora. Por eso nadie adora tan bien a Dios como el hombre que
adora a Dios por Dios y nada tiene en su intención, sino a Dios."
(MAESTRO ECKHART El Fruto de la Nada. Madrid 2001. P156)